El Ayuntamiento de Porcuna durante esta última legislatura ha iniciado un programa de recuperación y creación de símbolos y alegorías de la ciudad, loable en su iniciativa pero por desgracia lamentable por sus resultados tanto en método y elaboración, como en su ejecución.

    Así, entre otras, se ha celebrado el centenario de una superflua concesión del título a una ciudad que como tal tiene más de seis milenios de Historia, festejando un reconocimiento legal que no ha tenido ninguna transcendencia, ni siquiera la tuvo en su época.
   
    Se ha identificado con una placa la pretendida casa donde se ubicó el Cuartel General del Ejército de Andalucía y se trazó el Plan de Porcuna antes de la Batalla de Bailén, en un lugar en el que no hay fuentes históricas sólidas para decir que estuvo, mientras que si las hay para decir que fue en otro lugar.

    Se han realizado y colocado esculturas que, amén de su cuestionada calidad técnica y artística, representan valores discutibles o en nada representantes de la ciudad de Porcuna y su historia colectiva, sino personalistas (en autores y personajes). Estas esculturas tienen el único valor social de unir a la mayoría de la población en su indiferencia, rechazo, crítica y solicitud de que se retiren.

    Esta historia de grandes hombres, hechos gloriosos y batallas, es una cuestión ya desfasada y obsoleta propia del siglo XIX, más que de la Historia del siglo XXI preocupada en la recuperación de la Historia de los Pueblos.

    El cúlmen de estas actuaciones basadas en el redescubrimiento de América y el personalismo historicista es la recomposición del escudo y la bandera de Porcuna y la creación de un nuevo himno. En cuanto al escudo y la bandera estos existen desde hace siglos y se fijaron heráldicamente y aprobaron por parte de las autoridades del Estado entre los años 40 y 70 del siglo XX en varios expedientes. En cuanto al himno, existe uno más antiguo del que sólo se tienen noticias y otro popular de los años 50 que utilizaba la música del himno de Asturias.

 Bandera de la Orden de Calatrava que identificó

a Porcuna entre los ss. XIII y XVII.

    La bandera o pendón de Porcuna desde el siglo XIII es la bandera blanca de Calatrava, en la que se usaba como emblema la cruz calatrava, símbolo de Porcuna, así como del resto de entidades de la Orden y a partir del s. XVII se usó sobre esa bandera blanca el escudo ciudadano de Porcuna. Aunque de los años 1970 a 1990 se utilizó el pendón morado de San Fernando con el escudo de Porcuna en el centro ya que Porcuna como ciudad conquistada por Fernando III de Castilla tiene el privilegio de usar junto a su bandera el pendón morado del reino de Castilla y del rey.

    No entendemos la necesidad de crear de nuevo cosas que llevan establecidas decenas o cientos de años. América sólo se descubrió una vez, aunque muchos quieran tener el protagonismo de descubrirla todos los días. Nos parece un error de nuestras autoridades intentar reinventar la Historia y no respetar la que ya existe. No sabemos si hay detrás algún criterio ideológico o moral para estos cambios o sólo esconden el desconocimiento de sus promotores y asesores. En fin, creemos no obstante que los problemas de Porcuna son otros y más acuciantes que intentar rescatar nacionalismos decimonónicos, denostados en cualquier ciudad o reducidos a estrechos círculos de nostálgicos.
 

 Bandera ciudadana de Porcuna desde el s. XVII.

    De todo esto ya informamos puntualmente a dichas autoridades (en oficio que reproducimos), que no obstante han preferido hacer oídos sordos al respecto, pero dada la entidad que va adquieriendo el asunto hemos decidido aportar nuestro punto de vista públicamente para conocimiento de todos los ciudadanos.

    Como conclusión y haciendo honor a la verdad hay que decir que éstos no son el himno y la bandera de Porcuna, sino un nuevo himno y una nueva bandera para Porcuna, que como todos los símbolos que representan a una comunidad, si su definición no se basa en un amplio consenso, aprobación e identificación de esa comunidad, corren el muy probable riesgo de sólo representar a ciertos sectores sociales y no a todo el colectivo y de ahí dividir la identidad comunitaria en banderías. Esto puede llevar al enfrentamiento entre bandos, al olvido de los símbolos o a su sustitución caótica con cada cambio de gobierno reduciendo a la nada su representatividad.
 
    Desde ARQVIPO solamente debemos decir que la Cultura de este pueblo es algo mucho más grande, más diverso y más rico que las muy parciales actuaciones que se han llevado a cabo en su nombre desde los poderes públicos y que aunque no sirva de mucho, por limpiar el honor de los porcuneros pondremos por escrito puntualmente todos los datos de estas actividades que nos constan para que nadie se lleve a engaño y todos se puedan formar una opinión crítica. Una vez más, como siempre, nos ponemos a disposición de cualquier institución pública o persona para ofrecer nuestra opinión y nuestro conocimiento a todo lo que se nos solicite, que es junto a nuestro trabajo lo que siempre hemos podido aportar. 

Oficio presentado al Ayuntaniento de Porcuna en marzo de 2010